Gracias al material gelatinoso, se adapta instantáneamente a cualquier mano y actúa como un cojín en cada golpe. Ideal para principiantes y para jugadores que quieren prevenir lesiones en el brazo.
El diseño facetado de Hesacore crea una mayor superficie de contacto entre la mano y el mango. Gracias a esta característica, Hesacore desarrolla entre un 8% y un 14% más de fricción, dependiendo del agarre utilizado por el jugador. Como resultado, el jugador puede sostener el grip con menos esfuerzo y con una menor contracción de los dedos, ya que el mango no se desliza de la mano.
De hecho, cuando se golpea la pelota, los músculos de los dedos (especialmente los del dedo medio y anular) se contraen y esto tiene una relación directa con la contracción de los músculos de la muñeca y el antebrazo. La contracción de todos estos músculos se refleja en la eficacia del golpe, ya que un movimiento rígido y tironeado es contraproducente para transmitir energía a la pelota.
A diferencia de los grips tradicionales, los jugadores que se acostumbran a utilizar Hesacore aprecian el hecho de que el mango no se desliza de las manos y los músculos de las mismas comienzan a relajarse y estirarse y, en consecuencia, los de la muñeca y el antebrazo, beneficiándose así de un movimiento más fluido y armonioso.
La pelota saldrá de la pala más cargada, más pesada, más rápida.
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